Si estás planeando un viaje a la playa por unos días en este mes más
fuerte del año, te recomiendo seguir estos consejos para que el sol no arruine
tu viaje.
Es típico que después de haber pasado largos meses de crudo invierno lo primero que queremos hacer ni bien llega el verano es tirarnos panza arriba a tomar sol. Sin embargo, es importante tener en cuenta los riesgos que esto conlleva.
Por ello, es básico usar siempre bloqueadores para cada
tipo de piel y para cada zona de tu cuerpo.
Recuerda que la piel de la cara es diferente a la de la espalda. Busca los que tienen protección alta; a partir de 50 para el rostro, es lo ideal.
Recuerda que la piel de la cara es diferente a la de la espalda. Busca los que tienen protección alta; a partir de 50 para el rostro, es lo ideal.
Es muy importante que te asegures que sean resistentes al agua. De todas maneras y a pesar de las precauciones evita la sobre
exposición entre las 11 a 2 de la tarde.
Aquí
te dejo un video que explica las consecuencias que trae no utilizar una buena
protección frente al sol.
Asimismo, nunca está de más llevar un botiquín, por si
alguien se corta con las rocas o le pica una malagua, lleva un poco de agua oxigenada,
alcohol, algunas gasas y un antiinflamatorio.
Por otro lado, si planeas quedarte
varias horas en la arena no olvides llevar una sombrilla grande; eso
te permitirá alternar entre el sol y sombra para que no te agotes con el
calor.
Además, te recomendamos llevar una muda de ropa de baño; la temperatura
en la tarde tiende a bajar un poco y en algunas playas el viento puede jugarte
una mala pasada. Al igual que un abrigo para la hora del sunset y un pareo
o toalla extra nunca están de más.
Lo alimentos que pueden refrescarnos en un día
de playa pueden ser un heladito, una gaseosa, un cebichito y seguimos. Sin duda, nuestro día
de playa a veces termina excediendo nuestro gasto permitido; por eso, a veces
es bueno llevar algunos bocaditos para evitar sobrepasar nuestro presupuesto.
Una buena opción (para
grandes y chicos) es llevar en el carro con el que viajemos un cooler
con frutas congeladas (en la temporada de verano el mango se presta
para esta presentación), además de manzanas o mandarinas que saciarán el hambre
de los más pequeños hasta la hora de almuerzo. Un gran termo con agua helada te
servirá siempre.
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